El pronóstico del senador Fernando Lugo se mantiene en resguardo. Según su colega Esperanza Martínez, los médicos lo han sedado para oxigenar el cerebro y dejarlo descansar, por lo que se tendrá un reporte más específico de su estado al pasar las 24 o 48 horas. Ayer en la mañana, el expresidente de la República se había descompensado en el Congreso, a lo que prontamente fue derivado a un sanatorio privado, donde se confirmó un cuadro de ACV que lo mantiene en coma inducido.
Lugo, de 71 años, este miércoles fue trasladado de emergencia desde el Congreso hasta un sanatorio privado de Asunción, después de que sufriera un desmayo en su oficina.
El senador Jorge Querey, quien también es médico de cabecera de Fernando Lugo, explicó a los medios de comunicación que el exmandatario fue ingresado a causa de “un accidente cerebrovascular isquémico” y sería sometido a una resonancia magnética nuclear. Luego de unas horas, Querey informó que Lugo permanece bajo un coma inducido y conectado a asistencia respiratoria mecánica, presenta un sangrado cerebral que “ha aumentado, en pequeña cantidad, pero ha aumentado”. En ese sentido, confirmó que realizarían una intervención endovascular al legislador para tratar de localizar si hay un vaso causante del sangrado y “coagular desde adentro”.
Finalmente, el exobispo fue sometido a una cirugía de 4 horas, “se le abrió y se le realizó un procedimiento invasivo”. “Se logró drenar el sangrado que tenía. Tenía una malformación congénita que habría provocado esto”, informó este jueves la senadora y precandidata presidencial, Esperanza Martínez. Su situación actual de salud es de pronóstico reservado.
