El papa León XIV dirigió este domingo un mensaje a los líderes mundiales, instándolos a actuar con plena conciencia sobre el impacto que generan sus decisiones en la vida de las personas, especialmente de las más desfavorecidas, y a no pasar por alto el anhelo compartido de vivir en paz. Sus palabras se dieron tras el rezo del ángelus, frente a cientos de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.
El Pontífice, de origen estadounidense, reiteró su llamado a la oración por el fin de los conflictos armados, recordando que la reciente conmemoración de los 80 años de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki es un recordatorio del rechazo que debe existir hacia la guerra como vía para resolver disputas.
Asimismo, celebró el acuerdo alcanzado entre Armenia y Azerbaiyán, expresando su deseo de que este paso fortalezca la estabilidad y la armonía en la región del Cáucaso.
En su mensaje previo a la bendición dominical, confió a la Virgen María la misión de ayudar a los creyentes a ser promotores de misericordia y paz en medio de un mundo marcado por divisiones, tomando como ejemplo las enseñanzas de San Juan Pablo II y el testimonio de los jóvenes que participaron del Jubileo en Roma.
