El grupo palestino Hamás dio luz verde a una propuesta para establecer un alto el fuego de 60 días en la Franja de Gaza, que incluiría un intercambio de 10 rehenes israelíes por prisioneros palestinos.
Esta decisión fue tomada tras una reunión con mediadores egipcios y cataríes y será comunicada a Israel a través de Washington, con la intención de presionar para que Israel acepte el cese de hostilidades y detenga las operaciones militares en Gaza.
El acuerdo contempla también la entrada masiva de ayuda humanitaria y la retirada parcial del ejército israelí de algunas zonas. Además, Hamás se compromete a congelar sus actividades militares sin desarmarse y acepta la presencia de una fuerza internacional conjunta europea y árabe para garantizar la tregua, complementada por la colaboración de policías palestinos.
La propuesta incluye negociaciones continuas y presión estadounidense para alcanzar un acuerdo definitivo y contempla arreglos para el futuro después del conflicto, aunque aún existen puntos pendientes por definir.
