Un informe de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC) confirmó este viernes que en la ciudad de Gaza se ha declarado formalmente una hambruna, la primera registrada en la historia de Oriente Medio. Más de 500 000 personas enfrentan condiciones extremas de hambre, una cifra que podría aumentar a más de 640 000 para finales de septiembre si la situación no mejora.
El secretario general de la ONU, António Guterres, calificó esta situación como una “catástrofe provocada por el hombre, un fracaso de la humanidad en su conjunto”, responsabilizando al sistema de bloqueo israelí. Por su parte, Tom Fletcher, coordinador humanitario de la ONU, advirtió que esta crisis es consecuencia de restricciones sistemáticas impuestas por Israel y puede ser vista como una estrategia de privación deliberada.
Varios organismos de ayuda han denunciado un aumento alarmante de desnutrición en menores de edad y comunidades vulnerables. Médicos en Gaza informan que los hospitales están atendiendo pacientes extremadamente debilitados, muchos con extremidades visiblemente desnutridas y deshidratación severa.
Frente a este escenario, el gobierno de Israel rechazó la declaración de hambruna, calificándola de “mentira descarada” y afirmando que permite la entrada de ayuda humanitaria.
