La Guardia Civil de Salamanca, en colaboración con la Policía de Portugal, impulsó la “Operación Irala”, con el fin de desmantelar un grupo criminal que operaba un club nocturno al cual se accedía por un túnel de 60 metros bajo tierra, en donde esclavizaban sexualmente a un total de nueve mujeres, la mayoría de ellas de nacionalidad paraguaya.
Reportan que las víctimas eran vigilada constantemente e inclusive tenían un guardia de seguridad que las acompañaba a hacer las compras básicas. Un caficho portugués fue detenido, así como varios cómplices que captaban mujeres afuera de España.
La vivienda está ubicada en Fuentes de Oñoro, un municipio del distrito español de Salamanca, parecía normal por fuera pero el movimiento sospechoso en horas de la noche llamó la atención de los vecinos. Tras conseguir una orden de allanamiento, los agentes encontraron que el sótano estaba reacondicionado como un club nocturno.
Advierten que el modus operandi de los reclutadores consiste en ofrecer trabajo a las mujeres de bajos recursos, la mayoría del departamento de Caaguazú y luego les quitan sus pasaportes y las obligan a prostituirse. Señalan que los reclutadores suelen ser personas que generan confianza, desde vecinos hasta ancianos.