Las islas griegas de Santorini y Amorgos continúan siendo sacudidas por numerosos temblores, algunos de hasta 4,9 grados, lo que mantiene en alerta a las autoridades desde el 24 de enero. La actividad sísmica no ha cesado, afectando especialmente la principal isla turística de Grecia, Santorini, donde la noche del 2 de febrero nuevos sismos obligaron a varios habitantes a dormir al aire libre o a abandonar la isla en avión o ferry.
Desde el inicio de estos movimientos telúricos, más de 380 temblores han sido registrados en la zona marítima entre Santorini y Amorgos. En las primeras horas del 3 de febrero, un sismo de magnitud 4,9 se produjo cerca de Amorgos, el más fuerte hasta el momento. Las escuelas han sido cerradas en varias islas, y las autoridades han emitido recomendaciones para evitar ciertas áreas y seguir las precauciones necesarias en caso de nuevas réplicas.
A pesar de que los deslizamientos de tierra en Santorini no han causado daños importantes, los equipos de rescate se mantienen en alerta. Los expertos han aclarado que la actividad sísmica no está relacionada con el volcán de Santorini, sino con las fallas submarinas de la región, que tienen el potencial de generar terremotos de hasta 7,3 grados. Aunque no se sabe si los temblores aumentarán en intensidad, las autoridades instan a la calma y a seguir las indicaciones oficiales.