La acusación estuvo sostenida por el fiscal Eduardo Royg, quien demostró ante los jueces que Carlos Roberto Cuellar Bravo, un ciudadano boliviano quien fue detenido el año pasado detenido cuando hizo una aterrizaje forzoso de su avioneta en la zona de Yguazú.
Al ser revisada la nave se encontraron 433 kilos de cocaína que estaba transportando desde Bolivia, pero en el kilómetro 31 de la localidad de Yguazú departamento de Alto Paraná, tuvo que bajar de forma imprevista a un camino vecinal.
Agentes de la Senad fueron advertidos del hecho y acudieron al sitio donde se encontraron con la avioneta y su piloto.
Durante el juicio oral se pudo demostrar que Cuellar Bravo, pertenece a una estructura de tráfico internacional de drogas que operaba en la zona y ahora fue condenado a 14 años de cárcel.
