Para Vladimir Putin, las sanciones impuestas por las naciones de Occidente por la invasión a Ucrania son ilegales, incluso las calificó como declaraciones de guerra.
Rusia sigue recibiendo las consecuencias por su ofensiva en Ucrania. Desde el ámbito deportivo hasta la económico, con la salida de varias empresas, lo que ha ocasionado un desplome en la moneda local rusa.
Además, el mandatario justifica el trabajo de sus tropas en suelo ucraniano, como defensa a comunidades de habla rusa.
Cualquier intervención de otra nación sería una participación directa en el conflicto armado, pero según Putin: “Gracias a Dios aun no ha pasado eso”.