Una vez más la desidia de las autoridades quedó impregnada en otra tragedia en la que perdieron la vida dos mujeres en la ciudad de Luque. El eterno problema de los raudales y la precaria infraestructura de los municipios siguen permitiendo que ocurran más casos fatales que podría evitarse con una verdadera planificación e inversión.
Nuevamente el raudal se cobró la vida de dos personas, madre e hija, Sara Benítez (48) y Nilda Luján Barrios Benítez (19). Ambas fueron arrastradas por la corriente de agua, cayendo junto con el vehículo en el que se desplazaban con otros tres hombres al arroyo San Juan, donde horas después fueron encontrados sus cuerpos.
Este lamentable suceso hizo reflotar las quejas continuas por parte de la ciudadanía, apuntando contra las autoridades municipales que no mejoran el sistema de desagüe pluvial ni tampoco se preocupan en instalar medidas de protección acordes a los riesgos a los que están expuestos los ciudadanos en ciertas zonas cuando las lluvias son intensas.
En este caso particular, el foco de atención está sobre el intendente de Luque, Carlos Echeverría, quien hasta el momento no se pronunció sobre el hecho ni las víctimas. El concejal Diego Romero refirió que está analizando con su equipo de asesores jurídicos la posibilidad de plantear una acción legal contra el jefe comunal.
Así mismo, lamentó que teniendo un presupuesto para el municipio de G. 113.000 millones, el Ejecutivo “no tenga la capacidad de hacer un vallado perimetral”. Agregó que G. 1.500 millones se gastan en bocaditos y también la misma cifra en fiestas, “cero política de prevención”, expresó.
Por otro lado, indicó que en la ciudad hay pocos puentes que encima son de baja inversión. Recalcó que “enfada y da rabia” que esta tragedia haya ocurrido teniendo los recursos para evitarla.
