La jueza Rosarito Montanía, especializada en Crimen Organizado, decidió mantener la prisión preventiva de José Alberto Insfrán Galeano, pastor evangélico acusado de lavado de dinero en el marco del caso A Ultranza. La resolución implica que el religioso seguirá recluido en la Penitenciaría de Máxima Seguridad Martín Mendoza, en Emboscada.
Durante una audiencia de revisión de medidas, el abogado defensor Nelson López solicitó que su cliente fuese beneficiado con arresto domiciliario en un local de la iglesia Avivamiento, en Curuguaty. Argumentó que los bienes familiares de Insfrán fueron confiscados, y denunció condiciones de reclusión inhumanas, señalando que su cliente pasa 24 horas al día en una celda sin ventilación. Además, cuestionó la necesidad de la prisión preventiva, alegando que esta medida debería ser excepcional y que su defendido nunca intentó obstruir la investigación ni fugarse.
Por su parte, el fiscal Deny Yoon Pak refutó los argumentos de la defensa, afirmando que estos ya habían sido evaluados en instancias previas y rechazados. Explicó que la prisión preventiva sigue siendo necesaria, ya que el acusado estuvo prófugo durante un año y medio, a pesar de tener una orden de captura internacional en su contra.
La jueza también consideró que el pastor cuenta con vínculos que podrían facilitar su evasión, recordando que su esposa y otros coacusados permanecen prófugos. En este contexto, rechazó tanto el arresto domiciliario como el traslado a otra penitenciaría.
Finalmente, Montanía advirtió al abogado defensor sobre la importancia de mantener un trato respetuoso durante el litigio, tras haber observado expresiones ofensivas hacia el Ministerio Público y el tribunal. De persistir en esta conducta, podría enfrentar sanciones disciplinarias.