Un joven de 29 años, Óscar Emanuel Medina Madrigal, falleció en la mañana de ayer en la cárcel del Centro de Rehabilitación Social (Cereso), en el departamento de Itapúa, antes de ser trasladado al Hospital Regional de Encarnación.
Su muerte se debió a un paro cardiorrespiratorio, y había sido encontrado inconsciente en su celda. Medina, con antecedentes penales, había estado recluido por solo una semana tras ser denunciado por violencia doméstica por su madre, a quien también robó para mantener su adicción a las drogas.
A pesar de los esfuerzos médicos por reanimarlo en el hospital, llegó sin signos vitales. Se mencionó que el joven estaba medicado por episodios epilépticos, aunque no está claro si seguía el tratamiento adecuado.