En una operación antidrogas en el distrito de Ñacunday, al sur del Alto Paraná, agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) destruyeron una plantación de marihuana de aproximadamente cuatro hectáreas. El operativo, que se desarrolló en una zona rural cercana a la frontera con Argentina, se ejecutó bajo la supervisión del fiscal Manuel Rojas Rodríguez, encargado de la Unidad Especializada en la Lucha contra el Narcotráfico de Alto Paraná.
El cultivo de marihuana, en etapa de crecimiento, podría haber generado hasta 12 toneladas de droga. Pese a la magnitud de la plantación, no se hallaron personas en el lugar, por lo que no se registraron arrestos.
El corte de los cultivos, enmarcado en la operación Frontera Limpia II, se realizó en una zona estratégica cerca del río Paraná, lo que sugiere que la droga tenía como destino el mercado argentino. Las autoridades continúan con las investigaciones para dar con los responsables de la plantación.