Miguel Prieto, intendente de Ciudad del Este, dejó la sede municipal tras la llegada del interventor encargado de supervisar su gestión. Durante su salida, fue recibido con abucheos por parte de exfuncionarios que fueron removidos en administraciones anteriores, mientras que otros ciudadanos mostraron su respaldo.
El adiós de Prieto fue discreto y sin protocolo, acompañado por concejales oficialistas. Al salir, se encontró con miembros del Sindicato de Trabajadores de la Municipalidad (Sitramucde), quienes llevan meses reclamando el pago de indemnizaciones ordenadas por la Justicia, correspondientes a despidos ocurridos en las gestiones de Javier Zacarías Irún y Eduardo Ramón Morales.
Lejos de confrontar, Prieto evitó responder a las protestas, mientras se escuchaban gritos y estallidos de petardos. Posteriormente, se trasladó a la Junta Municipal, donde permanecerá trabajando durante el periodo de intervención.
El intendente dirigió unas palabras a quienes lo acompañaron, pidiendo tranquilidad y asegurando que buscará retomar su mandato una vez finalizado el proceso de auditoría.