Cuatro funcionarios del Instituto Nacional del Cáncer (Incan) fueron sometidos a un sumario tras descubrirse la desaparición de varias partes del equipo de braquiterapia que había sido desmantelado hace casi un año.
La investigación, iniciada en marzo y concluida el pasado mes de junio, reveló que no se cumplió con los procedimientos administrativos para resguardar los componentes, lo que motivó también una denuncia penal ante la Fiscalía.
Aunque no se ha determinado la responsabilidad directa de los involucrados, se les atribuye negligencia en la custodia del equipo.
Las sanciones podrían ir desde suspensiones hasta destituciones, dependiendo del resultado del proceso. El equipo fue desmontado por estar obsoleto y se recomendó su reemplazo por uno nuevo que costaría alrededor de USD 172.000.