Un pescador que estaba en la orilla de un arroyo en la compañía Cleto Romero, distrito de Carayaó, encontró un artefacto que parecía ser una bomba sin detonar, con características similares a las usadas por fuerzas militares.
El objeto fue entregado al docente Darío Flores, quien tras enterarse de un hallazgo similar en Concepción, decidió llevarlo a la comisaría de Juan Sinforiano Bogarín en San Joaquín para que profesionales se encargaran del caso.
Especialistas de la Dirección General Materiales Bélicos (Digemabel) se desplazaron al lugar para verificar y manipular el artefacto de manera segura. Estos enfatizaron la importancia de no mover ni manipular este tipo de objetos y de señalizarlos para evitar accidentes, comunicando inmediatamente a las autoridades correspondientes