Un adolescente de 16 años, considerado como otro sospechoso en la investigación del asesinato de la niña de 11 años en Caazapá, fue citado para una inspección médica, pero se negó a someterse al procedimiento.
El joven presenta arañazos por su cuerpo, que su madre atribuye a un partido de fútbol. Informes indican que podría haber estado cerca del lugar donde se encontró el cuerpo, aunque esto aún está por confirmarse. El joven no está detenido y regresó a su casa.
Mientras tanto, el principal sospechoso, su hermano Marcelo Giménez Duarte, de 21 años, ya está imputado. Él fue condenado en 2022 por intento de abuso sexual contra la misma niña y liberado condicionalmente en mayo pasado. La autopsia confirmó que la muerte fue causada por estrangulación con un lazo, que provocó daño en las vértebras cervicales.
