Lo que debía ser una jornada deportiva terminó en violencia en Concepción, donde un enfrentamiento entre los equipos General Garay y Guaraní de Minga Guazú culminó con una batalla campal que obligó a suspender el partido y dejó a varios jugadores heridos.
El encuentro, correspondiente al torneo Nacional B, se desarrollaba con victoria parcial de General Garay por 1-0, gracias a un tanto convertido por Cristian Morínigo. Sin embargo, el ambiente se tornó tenso tras una discutida decisión arbitral.
La árbitra del compromiso, Emilia González Rolón, cobró un penal a favor de Guaraní, lo que generó airadas protestas por parte del equipo local. Fue en ese momento que el arquero y capitán del conjunto visitante, Héctor Espínola, corrió desde su arco para confrontar a los futbolistas de General Garay, aumentando la tensión.
La situación se salió completamente de control cuando otro jugador de Guaraní, Cristian Olmedo, lanzó una violenta patada, desatando así una riña generalizada entre miembros de ambos equipos.
Ante el caos, el partido fue interrumpido definitivamente cuando transcurrían 48 minutos del segundo tiempo. La decisión fue tomada por la árbitra, quien se vio superada por los hechos, según confirmó el presidente del club General Garay, el abogado Édgar Ramírez.
Como consecuencia del enfrentamiento físico, varios futbolistas debieron recibir atención médica en un centro asistencial cercano debido a los golpes sufridos durante la trifulca.
