Un gran despliegue policial se registró en la mañana de este miércoles en las inmediaciones del penal de máxima seguridad de Minga Guazú, en Alto Paraná, tras una alerta que advertía sobre una presunta fuga de internos. Finalmente, todo se trató de una confusión.
La alerta fue emitida por una vecina que informó haber visto a un recluso en el techo de una de las instalaciones del centro penitenciario, ubicado en el kilómetro 20 Acaray. La llamada provocó una rápida reacción por parte de los agentes de la comisaría local, quienes solicitaron apoyo inmediato, generando la movilización de varias patrulleras.
Una vez en el lugar, los oficiales constataron que no se trataba de una evasión, sino de una tarea autorizada de mantenimiento. Uno de los reclusos estaba limpiando un tanque de agua, acompañado por un funcionario penitenciario, cuando fue visto por la denunciante.
El comisario principal Jorge Cardozo, encargado de la seguridad penitenciaria en la zona, explicó que tras realizar el conteo general de internos se confirmó que todos los 820 reclusos estaban presentes dentro del penal.
“El tanque se encuentra a unos 20 metros del muro perimetral y, por la altura y distancia, es imposible que se produzca una fuga desde esa ubicación”, señaló Cardozo al aclarar la situación ante la prensa.
Este incidente ocurre pocas semanas después de otro episodio que también activó alarmas en la cárcel, cuando vibraciones provocadas por trabajos en los pabellones generaron sospechas de movimientos inusuales en zonas donde se encuentran presos de alta peligrosidad.
A pesar de tratarse de una falsa alarma, las autoridades destacaron la importancia de la respuesta rápida y la cooperación ciudadana, aunque pidieron precaución al momento de realizar denuncias para evitar generar pánico innecesario.
