El presidente Santiago Peña promulgó este jueves una ley que eleva a 30 años la pena máxima por abuso sexual de niños, una medida que ha sido ampliamente aplaudida por la sociedad. Sin embargo, expertos advierten que endurecer las penas es solo una parte de la solución.
Según datos oficiales, nueve de cada diez casos de abuso sexual infantil ocurren dentro del entorno familiar, con niñas de tan solo nueve años siendo las principales víctimas. Ante esta alarmante realidad, el gobierno y la sociedad civil deben redoblar esfuerzos en la prevención y la atención a las víctimas.
Si bien la nueva ley es un paso importante, es fundamental complementar esta medida con campañas de concientización, educación sexual integral en las escuelas y un fortalecimiento de los sistemas de protección a la infancia. Solo así podremos erradicar este flagelo que marca la vida de miles de niños y niñas.