El presidente de EE. UU., Donald Trump, emitió un decreto que revoca las restricciones sobre el uso de pajitas de plástico y declaró su intención de eliminar el uso de pajitas de papel, las cuales se han vuelto populares en grandes ciudades, estados y empresas por sus supuestos beneficios ecológicos.
El decreto, firmado el lunes, califica la campaña en contra del plástico como “irracional” y pone fin a las prohibiciones previas. Además de esta medida, Trump estableció un gravamen del 25% sobre las importaciones de aluminio y acero. En el documento, se argumenta que las pajitas de papel no son tan funcionales como las de plástico, utilizan productos químicos que podrían poner en riesgo la salud, son más costosas de producir y requieren varios usos para cada bebida. También se resalta que, en algunos casos, las pajitas de papel vienen envueltas en plástico, lo que contradice la justificación ambiental de su uso.
Por su parte, el Gobierno de Joe Biden había propuesto un plan el año pasado para reducir gradualmente el uso de plásticos de un solo uso, como pajitas y cubiertos, en las agencias gubernamentales, con el objetivo de eliminarlos para 2035.
Trump, quien ya había retirado a EE. UU. del Acuerdo de París, ordenó que las agencias federales dejen de adquirir pajitas de papel y que estas ya no se distribuyan dentro de sus instalaciones. El decreto también especifica que, dentro de 45 días, el presidente emitirá una estrategia nacional para erradicar el uso de pajitas de papel.
El movimiento The Last Plastic Straw estima que en EE. UU. se utilizan más de 500 millones de pajitas plásticas diariamente. Grandes compañías como Disney, Starbucks y Alaska Airlines ya han optado por sustituirlas por opciones de papel.
El cambio en la política ha generado un debate sobre la sostenibilidad del uso de plásticos y la contaminación que estos generan.