Dos de cada 10 mipymes podrían no llegar a superar este tiempo de pandemia y cerrar definitivamente ante la imposibilidad de acceder a créditos en entidades financieras locales, ya sea por sobreendeudamiento o por figurar en Informconf, según revela una encuesta realizada por la consultora Nauta a más de 1.000 micro, pequeña y medianas empresas.
La encuesta fue realizada a instancias de la Asociación de Emprendedores del Paraguay (Asepy) y de la UIP Joven contiene datos reveladores, como que el 72% de las empresas consultadas no tienen a sus trabajadores inscriptos en el Instituto de Previsión Social (IPS), a pesar de que el 77% de las firmas consultadas están formalizadas, o sea, tienen RUC.
De todas maneras, el sondeo realizado por la consultora Nauta reveló que las mipymes se encuentran atravesando un momento crítico, luego de más de 100 días de iniciada la cuarentena total y aún ni con la vuelta de la flexibilización logran levantar cabeza y recuperarse.
Algunos números revelan que el 53% de las mipymes formales solicitaron créditos, principalmente para capital operativo y pago a proveedores, de manera a no interrumpir la cadena de pagos en este contexto de pandemia.
FORMALIZADAS. Volviendo al aspecto de la formalización de las mipymes, de un universo de 1.094 empresas encuestadas, se destaca que el 77% mencionó que están formalizadas, lo que equivale a 843 de estas que cuentan con las documentaciones en regla, tanto de registros como de planilla de funcionarios.
Pero uno de los puntos que establecen la formalidad de las empresas es la cantidad de colaboradores inscriptos en IPS. Del total de encuestados, solo el 28% respondió que tiene trabajadores registrados en la previsional, aunque Nauta aclara que analizando los registros del IPS, el 70% de las industrias cuentan con colaboradores en el sistema.
Con relación a los créditos solicitados, 5 de cada 10 pidieron hasta G. 50 millones, el 78% de los encuestados recurrieron a bancos, 19% a cooperativas y el 9% a financieras. Esto hizo que el 35% de esas mipymes deban financiarse con préstamos por fuera del sistema. De esta cifra, solo el 29% de los créditos fueron aprobados, 35% rechazados y 36% no tuvieron respuesta.
