El abogado Max Narváez dijo que el Tribunal de Apelación de Cordillera otorgó la libertad al padrastro de la niña desaparecida en extrañas circunstancias en una propiedad de la compañía Isla Alta en la ciudad de Emboscada, en el Departamento de Cordillera.
Comentó que los magistrados revocaron la prisión preventiva que el hombre cumple en la Penitenciaría Regional de Emboscada desde hace 19 meses, ya que pasó la pena mínima que es de 18 meses.
“El año pasado nosotros ya habíamos pedido la excarcelación por compurgamiento de pena mínima y se había rechazado, una jueza había dicho que correspondía, pero dos jueces dijeron que había peligro de fuga, pero nosotros apelamos”, expresó.
Dijo además que el oficio debe ser notificado a la Penitenciaría Regional de Emboscada y luego debe ser remitido al Departamento de Judiciales de la Policía Nacional y una vez que se cumpla con esos trámites, ya sale en libertad.
“Él no sale con ninguna medida porque es por compurgamiento de la pena mínima, es el final de una medida por haber cumplido la pena mínima en prisión preventiva, él sale sin ninguna restricción”, expresó.
El padrastro de la niña se encuentra procesado por pornografía infantil y había sido absuelto por el hecho de abandono. Mientras que la madre de la niña fue condenada en setiembre pasado a 6 años de prisión por abandono y violación del deber del cuidado.
Los fiscales Lorenzo Lezcano, Gedeón Escobar, Irene Álvarez y Carlos Maldonado estuvieron a cargo de la investigación.
El caso
La pequeña de 7 años desapareció en extrañas circunstancias en una propiedad de la compañía Isla Alta en la ciudad de Emboscada, en el Departamento de Cordillera.
Por semanas se realizaron masivas búsquedas y rastrillajes en la propiedad donde vivía y hasta se hallaron rastros de sangre humana; sin embargo, los investigadores no pudieron cotejar si pertenecen o no a la niña porque la madre se negó a ser sometida a la prueba de ADN.
La niña fue vista por última vez el 15 de abril de 2020 cuando estaba jugando con unas cabras en la vivienda de su padrastro. Los investigadores no tienen pistas certeras sobre su paradero.
Los nombres de la niña, de su madre y padrastro se omiten en cumplimiento del artículo 29 del Código de la Niñez, que prohíbe la publicación de datos que posibiliten identificar a los menores de edad en condición de víctimas de hechos punibles.
