Lo asaltaron cuando estaba descansando en el vehículo de su trabajo. Siguió al delincuente hacia Fernando de la Mora. Lo alcanzó. Peleó con él. Quedó herido. Recuperó el celular y otras pertenencias. En defensa propia, en la vía pública, en medio de la salvaje pelea, mató al delincuente, identificado como Julio César Osorio, alias “Pedero” o “Tres dedos”, de 25 años.
El fallecido contaba con seis antecedentes y, antes de este robo, había salido recientemente de prisión. Durante el candente forcejeo, el hombre de mala vida apuñaló a su víctima, Óscar Fernández, comerciante. Éste se defendió como pudo. ¿Y cómo siguió esta increíble historia?
Esto relató la víctima: “Me asaltaron mientras yo descansaba en mi móvil. Estacioné en un lugar iluminado, que me parecía seguro. Esta vez fui yo la víctima de esta persona”.
El hecho causó indignación ciudadana con la intervención fiscal, que, tras colectar todos los datos, imputó a la víctima del delincuente fallecido por homicidio doloso y -en consecuencia- está a punto de pisar la cárcel, porque en lugar de ir primero a la comisaría, fue al hospital para recibir los primeros auxilios.
El abogado defensor de Fernández quedó sorprendido con el actuar del Ministerio Público y aseguró: “Mi cliente fue víctima de robo agravado. El asaltante huyó y mi cliente y lo persiguió. Al cabo de dos cuadras, logra ver al sujeto y le dice que por favor le devuelva por lo menos el celular”.
En conversación la prensa, desde la comisaría, dijo tajantemente que su cliente “ejerció esa defensa y consideramos que fue racional, de no haberlo hecho, otra sería la historia”.
Este miércoles será vital para conocer el futuro de Fernández, quien en realidad es la víctima y quien se defendió por instinto ante el hoy delincuente fallecido.