Desde hace una semana, Mónica Castañé, madre de Belén Whittingslow, está encadenada frente al Palacio de Justicia para exigir que se resuelva la acción de inconstitucionalidad contra la orden de captura de su hija y también por el pedido de inhibición o suspensión de la jueza Lizzi Sánchez.
Según refiere Castañé, hace casi cuatro años se integró la Sala Constitucional para tratar el caso de la joven que denunció por acoso sexual al exministro del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados Cristian Kriskovich.
Antonio Fretes, quien es miembro de la misma, está próximo a retirarse, por lo que la madre de Belén exige una resolución inmediata respecto a la acción de inconstitucionalidad presentada contra la orden de captura que pesa sobre su hija, refugiada en Uruguay hace más de cuatro años.
“¿Cuánto más van a demorar para conformar otra Sala Constitucional? ¿Cuántos años más mi hija va a estar perdiendo su vida en un refugio involuntario, alejada de su vida, su familia, su trabajo, de todos sus afectos?”, reclamó.
Por otro lado, existe el pedido de que la magistrada Lizzi Sánchez sea apartada del caso o bien sea suspendida.
