China continúa registrando contagios por el coronavirus SARS-CoV-2 en viajeros procedentes del exterior pese a haber puesto en marcha, desde primera hora del sábado, un veto temporal de acceso a su territorio a toda persona de nacionalidad extranjera.
La Comisión Nacional de Salud de China informó que se habían detectado 45 nuevos casos, 44 de los cuales corresponden a los llamados “importados”, una cifra que en los últimos días se ha mantenido constante en torno al medio centenar.
Asimismo, las autoridades sanitarias indicaron que se había producido un contagio local en la provincia de Henan (centro este), y cinco nuevas muertes por la resultante neumonía COVID-19, todas ellas en la cuna del brote, la ciudad centro oriental de Wuhan.
De este modo, el número total de infectados diagnosticados en China desde el inicio de la pandemia es de 81,439, de los que han perecido 3,300.
Desde que la enfermedad empezó a azotar con severidad el resto del planeta, son muchos los chinos que han regresado a su país, donde la enfermedad COVID-19 -siempre según las cifras oficiales- parece más controlada. De ahí el repunte de los casos importados en las últimas semanas, ya que muchos proceden de otros focos mundiales del virus.
Además, en los últimos días Pekín ha anunciado el desvío de sus vuelos internacionales con destino a la capital china como medida de asegurar que los llamados casos “importados” no seguían en aumento en la ciudad, lo cual explica en parte la amplia distribución geográfica de los nuevos casos.
No obstante, y con el objetivo de minimizar riesgos, el Ministerio de Asuntos Exteriores anunció este jueves el veto temporal a la entrada de extranjeros en suelo chino desde el sábado.Por el momento, se ha dado de alta a 75,448 personas tras haber superado con éxito la enfermedad, por lo que el número de infectados “activos” es de 2,691, y es la primera vez desde enero que baja de los 3,000.
EFE